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"Rafito" un pequeño guerrero que se aferró a la vida, regalando siempre una sonrisa, hasta en los momentos más difíciles
Si algo nos enseñan nuestros niños especiales; es el poder del AMOR y la Fe en quienes amamos. Después de verlos luchar y conseguir cada meta paso a paso; aprendemos de ellos los dones de la paciencia, la perserverancia y el respeto por las habilidades individuales de cada ser humano. La historia de MARTITA VALDEBENITO es un historia dulce llena de valor y esperanza.
Mi hijo Rafael llegó a mi vida dando sorpresas ,debía llegar el día 20 de enero, pero él se adelantó el día 1 de enero. Fue todo rápido, como un torbellino.
Yo siempre digo que murió el bebé que yo esperaba; pero sin embargo Dios me mandó un hijo especial en todo el sentido de la palabra. Si yo hubiese sabido antes, lo maravilloso que eran estos angelitos, me hubiera ahorrado muchas lágrimas, miedos y por que no decirlo: vergüenza; sí, porque son un conjunto de sentimientos los que tuve al saber que mi hijo tenía SD a las 5 horas despues de nacido.
Los médicos no se habían dado cuenta por que todo estaba perfecto, nació sanito de principio. Cuando nació y lo tuve en mis brazos era normal para mi, no tenía nada diferente a los demás niños ,hasta que me comunicaron acerca de los rasgos del SD. Nisiquiera ellos lo confirmaban, fue terrible.
Como decía al principio se murió en ese momento el bebé que yo esperaba, se morían muchos sueños que yo había tejido para él mientras estaba en mi vientre, pero eran mis sueños, sueños que también fueron muriendo con el tiempo. Los primeros meses fueron difíciles, Rafael tenia cardiopatía; la cual se operó al año. En ese momento estuvo hospitalizado 2 meses, pensé que lo perdía, pero el luchaba día a día. Fue ahí donde el me enseñó muchas cosas, quería vivir y se aferraba a la vida con todo como podía; hasta en los peores momentos él tenía sonrisas para mí. "Mi pequeño gerrero" así le puse yo, porque él fue a una batalla por la vida y la ganó, siempre le dije a Dios: "Si tu me lo mandastes y yo lo acepté como es, sin reproches; no me lo quites ahora que lo empecé a amar", y aquí está; hoy despues de 3 años conmigo: él es mi agua, mi aire, mi todo; con él he aprendido tantas cosas hermosas: Como madre me siento afortunada, he vivido las dos experiencias más hermosas que una mujer puede tener; amo a mis hijos sin diferencias, con el mismo amor y son todo para mí.....